
EN SÍNTESIS
Para obtener con rapidez posibles vacunas frente a la COVID-19, los investigadores emplean la ingeniería genética en lugar de los métodos clásicos, que requieren años.
Tres técnicas distintas con moléculas de ADN y ARN avanzan a toda velocidad hacia la fase de ensayos en humanos, pero no se sabe si funcionarán o si podrán fabricarse a escala de millones de dosis.